¡Gozando en Paz!

Un humilde lanchero del lago de Camécuaro, nos describía las figuras que formaban las retorcidas raíces de los Sabinos o Ahuehuetes, que alegres modelan en ese asilo para ancianos arbóreos.
Además de las imaginativas descripciones, el lanchero nos narraba leyendas propias del lugar y entre plática y plática contaba anécdotas personales. Sin embargo, fue una expresión la que me cautivó y ha seguido rondando mi memoria desde entonces. Al referirse a un pariente suyo, ya finado, tal vez queriendo recurrir a la gastada frase “descansando en paz”, él dijo que su familiar ya se encontraba gozando en paz.
¡Qué maravillosa expresión! Pensé. Cómo nunca antes había pensado eso. Las expresiones relativas a la muerte constantemente nos llevan a pensar en un final. Como si ya todo se acabara y cansados nos fuéramos a dormir para descansar de una larga e injusta vida. Es todo lo contrario.
La muerte es apenas el principio de una larga y eterna vida libre de preocupaciones, en la presencia de un creador capaz de tanto amor que incluso fue capaz de enviar a su hijo a sufrir y morir en pago por nuestros imperdonables delitos carnales y espirituales.
Una eternidad con Dios. ¡No existe mayor gozo que ese! Por eso pienso adoptar de ahora en adelante la frase de aquel hombre humilde que sin darse cuenta, con todo y su forma de hablar atropellada, estaba más lleno de sabiduría que muchos hombres ilustres que presumen de sabios.
Los viejos Ahuehuetes nos veían pasar alegres y en completa tranquilidad, como si ya estuvieran disfrutando de esa paz que sólo Dios puede dar y que sobrepasa todo entendimiento. Por un instante sentimos que echábamos un vistazo imperfecto al paraíso celestial, pero al mismo tiempo sabíamos que eso era apenas una sombra de lo que será visitar la eterna morada, cuando vayamos por fin a gozar en paz.
Que Dios nos bendiga a todos y nos permita seguir el camino correcto hasta llegar al principio de nuestra vida eterna.
Amén.
“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” Filipenses 1:21
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.” Lucas 15:7
“Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.” Salmos 16:11
“Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.” Salmos 43:4
“Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.” Hechos 2:28
“porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.” Romanos 14:17