Los Fideos del Náufrago.

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En la película “Náufrago en la Luna” un hombre queda varado en una pequeña isla y sufre muchísimo tratando de pescar o cazar algo para comer. Encuentra un sobre de salsa para fideos y recuerda todas las ocasiones en que rechazó ese tipo de platillo.
Cuando su mamá le decía que comiera y él prefería continuar con su videojuego o cuando sus amigos lo invitaban a comer y él por parecer más importante que los demás pedía otro platillo.
Y ahora daría cualquier cosa por tener unos fideos. Intentó con varias plantas de la isla, pero con ninguna lograba obtener una consistencia suficiente para amasar fideos.
Entonces tuvo una brillante idea. Todo el tiempo era atacado por las heces de las palomas que llegaban a la isla y hasta ese momento se le ocurrió buscar semillas entre los excrementos de las aves.
Aró la tierra y sembró todas las semillas que encontró. Hasta puso un espantapájaros que vistió con su ropa.
El tiempo pasó y salieron algunas ramitas de plantas diversas, pero nada de maíz. Hasta que enojado y por accidente descubrió que dentro de su espantapájaros había crecido la tan codiciada planta.
Desgranó los elotes,los moliós,los amasó, cortó tiras y finalmente logró tener fideos y cocinarlos con la salsa que había guardado por tanto tiempo.
La escena es por demás conmovedora. Sin decir una sola palabra se nota lo agradecido que está por los alimentos. Desde el primer bocado se dejan ver sus lágrimas que recorren el rictus de un hombre verdaderamente arrepentido por tantas veces de haber rechazado la comida y que ahora disfrutaba incontrolablemente los sabores de aquel platillo.
Así deberíamos de agradecer los alimentos todos los días. Cuántas veces nos hemos llevado la comida a la boca sin siquiera pensar en Dios, comiendo como si mereciéramos un gran banquete mientras otros mueren de hambre por vivir en extrema pobreza. ¿Cuántas veces hemos desperdiciado los alimentos?
Que Dios nos bendiga a todos y nos permita valorar sus bendiciones, viviendo siempre en acción de gracias.
Amén.
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.” Mateo 26:26
“Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.” Levítico 7:15
“Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás. Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.” Hechos 10:14-15
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5: 16-18
“Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Lucas 15:15-17

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